La historia nos cuenta que santos, reyes, teólogos, artistas, literatos, ejércitos y pueblo creen y defienden el misterio de la Inmaculada Concepción de María. El rey visigodo Ervigio (Reinado año 680 al 687) declaró su fiesta como ley de Estado y el rey Fernando III, el Santo, llevaba pintada su imagen en su estandarte. Los reyes, Jaime I, el Conquistador, y Juan I de Aragón ordenaron se celebrase su fiesta en todos sus Reinos. Los Reyes Católicos enviaron nueve embajadas a Roma rogando al Papa definiese la Concepción Inmaculada de María como dogma de fe católica.
Junto a ellos, los obispos de las diócesis españolas y los teólogos de las viejas universidades de Salamanca, Alcalá de Henares, Granada, Zaragoza, Valladolid y Valencia defendieron y festejaron la Concepción Inmaculada de María como dogma de fe cristiana.
En muchísimos lugares de nuestra geografía se hacía voto a la Inmaculada, siendo el más antiguo documentado el del pueblo de Villalpando y comarca (Zamora, España ), el 1 de noviembre de 1466, en la iglesia de San Nicolás.
Patrona de España, proclamación nacional. España celebra a la Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, siendo el 8 de diciembre fiesta de carácter nacional.
Durante la celebración de dicha festividad, los sacerdotes españoles tienen el privilegio de vestir casulla azul. Este privilegio fue otorgado por la Santa Sede en 1864, como agradecimiento a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España.
La fiesta de la Inmaculada fue fiesta de guardar en todos los reinos de su Majestad Católica, es decir, en todo el Imperio español, desde 1644; se declaró fiesta de guardar en toda la Iglesia desde 1708 por orden del papa Clemente XI.
La Inmaculada fue proclamada Patrona de España por el papa Clemente XIII, mediante la bula “Quantum Ornamenti”, de fecha 25 de diciembre de 1760. Se lo había solicitado el rey Carlos III accediendo a los deseos manifestados por las Cortes, como otros reyes españoles habían hecho repetidamente.
Así mismo el 8 de noviembre de 1760, el papa Clemente XIII confirma y manda que todo el clero celebre esta fiesta con el rito doble de primera clase y octava y concede indulgencia plenaria a los fieles que, debidamente dispuestos, visiten aquel día cualquier templo dedicado a Dios en honor de su Santísima Madre.
Finalmente, con otro Breve autoriza Clemente XIII para que en la Letanía lauretana, después de decir "Mater intemerata", (madre sin defecto) se añada "Mater inmaculata" (madre inmaculada).
Más tarde el Romano Pontífice Gregorio XVI, a instancias del Cardenal Arzobispo de Sevilla, concedió que en la misma Letanía se diga "Regina sine labe original concepta". (Reina concebida sin pecado original)
Y un dato interesante es que España no tiene más patronos que la Inmaculada Concepción y Santiago Apóstol.
De esta manera llega a nuestras tierras Guatemaltecas la devoción a la Inmaculada Concepción de María, sin duda alguna el legado que dejaron nuestros antepasados es de gran relevancia para los devotos de esta imagen conocida por los Shigualos como la Chapetona.
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