Contador de Visitas

miércoles, 16 de junio de 2010

História del baile de los gigantes, costumbre y tradición en Ciudad Vieja


Los gigantes existen en 90 países, con orígenes muy diversos. Algunas de las figuras ya se hallan documentadas en el siglo XV, tanto en África como en Asia y Europa. Al llegar los primeros europeos a América diversas tribus ya poseían gigantes.

El origen de la tradición en España, data de la Edad Media. Las tierras de la península en la zona musulmana tenían prohibido por el Corán representar seres vivos. Al avanzar la reconquista, con sus repobladores cristianos, desplazando a los pobladores musulmanes, o asentándose en poblaciones separadas, llevaron consigo sus tradiciones. Tal es el caso de Guatemala que adopto tradiciones traídas por los españoles en tiempo de la colonia. En pleno Camino de Santiago, el Reino de Navarra como reino cristiano más importante, del cual además, surgieron las dinastías reales peninsulares, fue durante mucho tiempo el modelo a seguir. Las primeras referencias escritas datan de 1,201 en Pamplona (Navarra) con tres gigantes que representaban a tres personas de Pamplona: Pero-Suciales (leñador), Mari-Suciales (aldeana) y Merá Gotero (judío). Solían salir en la procesión de San Fermín el 25 de septiembre.

Pasó la costumbre al Reino de Castilla en España y sobre todo a la Corona de Aragón. Es costumbre de origen medieval, muy popular acompañada de marchas, y grupos musicales en pueblos y ciudades de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla - La Mancha y norte de España. Más tarde, la tradición de los gigantes, fue extendiéndose por España y el mundo entero.

Sin duda alguna los españoles que venían con don Pedro de Alvarado impusieron sus costumbres y tradiciones españolas
en tierras guatemaltecas, por lo que el Baile de los Gigantes que Actualmente se ejecuta en varios departamentos de Guatemala, es un gran ejemplo de las tradiciones que nos dejaron nuestros antepasados, probablemente el baile de los gigantes de Ciudad Vieja sea una de las tradiciones más antiguas que aún se conservan en este pueblo.

Cuentan los viejitos de este pueblo que antiguamente los gigantes bailaban de esquina en esquina, con sus cabelleras de muñeca, unos rubios y otros negros como tizón. La marimba viajaba detrás, cargada en hombros de músicos descalzos, de saco azul y corbata negra. Los espectadores nos agrupábamos a su alrededor, distantes de los enormes brazos que giraban repartiendo posibles sopapos, y presenciábamos el espectáculo con una sonrisa dibujada en la cara. Los desocupados seguían el convite unas cuantas cuadras, hasta que eran relevados por la gente de otro barrio. Otras personas buscadas por las cofradías se encargaban de colocar en las esquinas el tubo rojo de base plana, donde quemaban esas bombas pardas con apariencia de ratones de larga cola. El olor de la pólvora tenía un regusto muy particular, mezclado con el tabaco quemado de los puros o cigarrillos sin filtro que fumaban los ancianos.

Debajo del ve
stido de grandes botones, un pequeño bailarín cargaba la estructura de madera. Para no chocar y mantenerse dentro del círculo se disponía de una abertura por el ombligo del gigante. Al principio, bailaban emocionados, y luego se animaban con sorbos de un octavo de aguardiente que llevaban en buen resguardo dentro del bolsillo trasero del pantalón de dacrón. De tanto dar vueltas, se iban mareando, hasta salir borrachos y trastornados, con el gesto agrio. Otros bailarines los reemplazaban dentro de la estructura de escaleras. Los gigantes blancos eran el rey y la reina, con coronas de cartón y largos bucles de oro, los ojos azules y los labios rojos.

Los gigantes negros tenían su propia realeza, aunque pasaran por esclavos o moros vencidos. Todos bailaban para anunciar algún evento importante, procesiones, misas y velaciones. Tal es el caso de la procesión de Jesús Sacramentado (Corpus Christi), siguiendo el mismo recorrido que días después tendría esta procesión.

jueves, 3 de junio de 2010

Por todos los damnificados, de Ciudad Vieja

Dichosos los que sufren
porque ésos van a recibir el consuelo.
Dichosos los que prestan ayuda
porque ésos van a recibir ayuda.
(Mateo 5,1-10)

El día sábado 29 de mayo de 2010 se repite la historia de mi querida Ciudad Vieja, hace 469 años para ser exactos el 11 de septiembre del año 1541 sucedió que un alud del volcán de agua soterró parte de Ciudad Vieja, siendo el área de San Miguel Escobar la mas afectada, este espacio rinde Homenaje a aquellos héroes que salvaron vidas, aquellos que dejaron su casa y lo perdieron todo, aquellos que se solidarizan a cada momento con nuestros vecinos damnificados, pero mas que un homenaje rinde honores a aquellas personas que perdieron la vida en esta tragedia, que Descansen en paz mis queridos Shigualos. Y a las personas que perdieron familiares nos solidarizamos también con ellos, que Dios les de Resignación fortaleza en estos momentos de dolor.

Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
Madre Teresa de Calcuta