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lunes, 27 de octubre de 2008

EL SEÑOR NOS BENDICE…..PERO NO BENDICE LO QUE PRIMERO NO TOMA.

BENDECIR: Del Griego: “Eulogeo”. Bendecir- Celebrar con alabanzas. Invocar bendiciones. Consagrar una cosa con solemnes oraciones. Pedir una bendición de Dios sobre algo. -Hacer que algo prospere. -Hacer feliz.
Rompamos la costumbre de sólo pedir bendiciones sin disfrutar lo que ya tenemos.
Pablo nos dice lo que ya tenemos en Cristo. Pablo dice Efesios 1:3-14 que somos su herencia, hemos sido adoptados, nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestes, etc.
Pedro nos ratifica lo que ya hemos recibido. “Todas las cosas que pertenecen a esta vida a la piedad, nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” II Pedro 1:3-10.
Muchos no se imaginan todo lo que somos y tenemos en Cristo. Cómo hemos sido bendecidos por él.
La demostración de una vida que comprende las bendiciones recibidas de Dios, se ve en una vida que alaba y bendice y adora genuinamente al Señor. Pablo desde una cárcel escribe a los filipenses demostrando su aprecio por todo lo recibido por el Señor.
El Señor tomó a Pablo y lo bendijo.
El Señor tomó a Abraham y lo bendijo: “Te bendeciré y en ti serán benditas todas las naciones de la tierra” Una vida que no aprecia las bendiciones recibidas se demuestra por una vida que pide más y más y se queja y lamenta de lo que no recibe.
Nuestra oración ya no debiera estar tan llena de peticiones y debiera ser mas como la oración de Pablo en Efesios 1:15-23.

“Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él; que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa”.

EL SEÑOR PRIMERO NOS TOMA.

TOMAR: Del Griego Lambano: Que quiere decir: Recibir..Tomar. Tomar con la mano para usar. Tomar una cosa para ser llevada. Tomar sin violencia. Remover. Tomar lo que es de uno- hacerlo de uno y no dejarlo ir. Reclamar. Tomar posesión- apropiarse. Recibir sin rechazar. Escoger.
Jesús nos buscó primero y nos tomó. No fuimos nosotros, fue él.
Jesús nos ama tanto que nos reclama. Por eso en Lucas 15:3-7 nos muestra la parábola del pastor que dejo 99 para buscar la oveja 100.
Jesús nos ama tanto que nos valora. En Lucas 15:8-10 nos lo demuestra con la parábola de la mujer que perdió una moneda y barrió toda la casa para encontrarla.
Jesús nos ama tanto que nos perdona. Lo expresó en Lucas 15:11-32 con la parábola del Hijo pródigo.
Jesús nos ama tanto que nos selló- Efesios 4:30 nos lo dice que nos selló con su Espíritu.
A Mateo lo tomó detrás de la mesa de cobro de tributos. A Zaqueo lo tomó de un árbol. A la Samaritana la tomó a la orilla de un pozo. A Abraham lo tomó de la casa de su padre. A Pedro lo tomó en la orilla del mar. A Pablo lo tomó camino de Damasco.
y ¿a ti? ¿De donde te tomó?. Nosotros sabemos muy bien de donde Dios nos tomó en su misericordia. Él nos toma con propósito.

TOMADO… BENDECIDO… PARTIDO Y COMPARTIDO.



La belleza de la vida cristiana está en el desarrollo de la misma. La vida es el interesante proceso que trae lo que es el crecimiento en todas las áreas de nuestra existencia.
El proceso de formación en la vida cristiana tiene cuatro etapas.
Encontramos las cuatro etapas determinantes del proceso de la vida el día que el Señor Jesús compartió con sus Discípulos el Pan y el Vino.
MATEO 26:26 LUCAS 24:30
Jesús tomó…..bendijo……partió…y…dio.
El Señor primero nos toma y luego nos bendice.
Dios no bendice lo que primero no toma.
Dios parte lo que él bendice. Él no parte lo que primero no bendice.
Todo lo que él parte lo comparte pero Dios no no da lo que primero no parte.

jueves, 16 de octubre de 2008

DISPOSICIÓN A SER EVALUADO


LA ADMINISTRACIÓN.
“Si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno” I Sam 12:3.
Como siervos de Dios se nos ha encomendado bastante para ser administrado y necesitamos responder a Dios y al pueblo con toda transparencia. Cuantos líderes han descuidado tal área y viven sin ser evaluados en el área administrativa escudándose en el hecho de que ellos son siervos de Dios y que nadie debe desconfiar de un siervo de Dios. Tenemos una responsabilidad la cual jamás podemos evadir.

Administramos recursos ajenos. Son primero los recursos de Dios y luego son los recursos de la gente con la cual estamos trabajando. No tengo el derecho de tomar algo que le pertenece al Señor y al pueblo. Jamás caigamos en el gravísimo error de llamarnos los siervos e hijos del Rey, sólo para explotar ese título y por lo tanto tenemos el derecho de administrar los recursos financieros y físicos sin rendir cuentas.

LA CONVERSACIÓN.

“Si he calumniado a alguien” I Sam 12:3.
El tema de nuestra conversación es determinante. La Biblia claramente declara que de la abundancia del
corazón habla la boca. Necesitamos cuidar nuestros labios para no calumniar a nadie. Necesitamos ser evaluados por otros en el área de la conversación. Que bueno es poder decirle al pueblo y a otros compañeros: “Si ustedes oyen que mis palabras están desenfrenadas y destruyendo a alguien, por favor, evalúenme”.

Qué triste es encontrar, en el largo camino de la vida, más de un centenar de líderes quienes han quitado de sus labios el freno y se han atrevido a calumniar a otros líderes sin ningún temor. Calumnias que se levantan sólo por el impulso del espíritu de competencia, envidia, deseos malsanos de simplemente derribar al compañero a quien Dios está usando.
Mentiras, calumnias, destrucciones, maquinaciones y artimañas han sido usadas en las últimas décadas por líderes inseguros que no han tenido el más pequeño temor ante sus palabras que brotan con facilidad del la fuente malsana de su lengua enfermiza. Renuevo de plenitud de la disposición implica ser evaluado en nuestra conversación.

LA RELACIÓN.

“Si he agraviado a alguien”.
Agraviar es engañar o defraudar. Podemos como siervos usar el ministerio para engañar o defraudar a la gente, más un día seremos expuestos a la luz. Necesitamos estar expuestos a ser evaluados en cuanto a nuestras relaciones:

1.Relaciones con otros lideres,
2.relaciones con los líderes con los cuales trabajamos y
3.relaciones con la gente o congregación en la cual nos desenvolvemos por la gracia de Dios.
Nuestro Dios es un Dios de relaciones y él desea que sus siervos sean siervos que manejan y administran bien las relaciones.

Necesitamos revisar nuestras relaciones con el sexo opuesto y jamás defraudar a nadie en este sentido. Estar dispuestos a ser evaluados en nuestras relaciones con el sexo opuesto.
Los últimos diez años la Iglesia ha sufrido las dolorosas caídas de ministros religiosos y líderes quienes jamás estuvieron dispuestos a ser evaluados en este aspecto. Jugar sutilmente con el sexo opuesto sin mantener los límites adecuados está llevando a muchos siervo al camino del engaño.
Sabemos, por el Espíritu de Dios, quien nos advierte y por la lógica que Dios nos ha dado como regalo, cuando comenzamos a pasar los límites claros. Sonrisas, miradas, toque especiales, regalos cariñosos, llamadas telefónicas disfrazadas de atención espiritual son juegos peligrosos que al igual que Sansón pueden llevarnos a un desastre total.

Qué bueno sería pedirle a nuestros amigos y aún hermanos que nos rodean que tenga la libertad de llamarnos la atención y darnos una palabra de advertencia antes que la ceguera espiritual nos alcance y sea demasiado tarde. Con el sexo opuesto no se puede jugar. En la oficina pastoral y escritorio de consejería nacen con frecuencia las primeras semillitas de adulterio o fornicación.
Detrás de muchas oraciones de “restauración” comienzan a germinar las primeras miradas tiernas y debilitantes, allí comienza como la pequeña araña a darnos vuelta envolviéndonos con sutileza, como lo hace con la hormiga grande la cual cuando quiere moverse descubre que es demasiado tarde. Amado siervo, detén tu camino, párate ahora mismo, da media vuelta y comienza a caminar por el sendero estrecho de la disposición de ser evaluado en tus relaciones.

LA OMISIÓN.

“Oh si de alguien he tomado dádivas para cegar mis ojos”.
Jamás se encuentre en la evaluación de nuestra vida el hacer la vista ciega a pecados de personas por el simple hecho de recibir ayuda monetaria de ellos. Resistir la tentación a ignorar ciertas cosas por el deseo de lograr nuestros propósitos y metas debe ser un anhelo constante en la vida de un siervo. Podemos fácilmente tomar el camino de la omisión si nos toca tomar decisiones frente al pecado y el desvío de aquella persona, la cual, precisamente aporta los más grandes diezmos y ofrendas, las cuales están sosteniendo el 80 por ciento del proyecto, ministerio, iglesia u organización. Sin embargo, ninguna cosa caminará sin la debida consecuencia.

Tarde que temprano seremos alcanzados por la onda expansiva de la omisión. Algunos líderes parecen intocables, su trayectoria, su renombre, su aparentemente limpia reputación y el largo historial de “éxitos” los hace intocables, por lo tanto es mejor omitir:
“No hagamos de esto algo demasiado grande”.
“Es mejor no dañar al pueblo”.
“Esto quedará entre nosotros”.

¿Creemos que podemos engañar al pueblo? JAMÁS: El pueblo tarde que temprano lo sabrá.
El pueblo no pide de sus líderes perfección, pero si busca y demanda honestidad. Corazones heridos hay muchos y almas secas y sedientas por el valle de la omisión, sobran.

EL CORAZON Y LA DISPOSICÓN DE UN SIERVO (SEGUNDA PARTE)



En el artículo anterior vimos lo que es el corazón y la disposición de un Siervo que ama y está en línea con Dios. Lo último que vimos es que un siervo, que está en armonía con Dios, está dispuesto a ser evaluado.

DISPOSICIÓN A SER EVALUADO.
“Aquí estoy, atestiguad contra mi delante de Jesús y delante de su ungido” I Sam 12:3.

¿Liderazgo es exponerse a ser evaluado?. ¿Liderazgo es ponerme delante para ser medido?
“Jamás. Jamás lo toleraría”. Esa sería la expresión de centenares de líderes quienes tienen miedo a ser evaluados. Hoy, en los últimos años de esta última milla que nos corresponde correr, los líderes somos llamados a renovar la disposición a ser evaluados.

El Señor Jesús nos dio la medida. Un día él llamó a sus discípulos y les dijo: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?. Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros quién decís que soy yo?. Respondiendo Simón Pedro: Tú eres el Cristo el hijo del Dios viviente. Entonces les respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”.

El Hijo de Dios se expuso a ser evaluado. Como siervos no podemos aislarnos y vivir sin ser evaluados y sin rendir cuentas a nadie. La evaluación de nuestras vidas necesita extenderse a áreas vitales de nuestro ministerio. Samuel estuvo dispuesto a ser evaluado en diferentes áreas y nuestro corazón necesita estar a la disposición de ser evaluado en las siguientes cuatro áreas, al igual que Samuel:

1.La Administración
2.La Conversación
3.La Relación
4.La Omisión