La palabra retablo tiene su origen en las voces latinas retro, detrás, y tabula, mesa o altar. Y así es como se denominan a las estructuras que se levantan delante de los muros internos de un templo. Los retablos están constituidos esencialmente por elementos arquitectónicos, como columnas y entablados, los cuales crean espacios destinados a contener pinturas y esculturas. En Guatemala se manufacturaron exclusivamente en madera, preferentemente cedro, muchas veces recubierta con lámina de oro. Además de enriquecer los muros internos del templo y de constituir el principal elemento del mobiliario eclesiástico, tienen como función primordial narrar de un modo gráfico, los principales pasajes de la historia y la vida de los santos, o algún otro tema religioso.El gran tamaño de los retablos obviamente implica un trabajo colectivo. Según
Varios cronistas del reino de Guatemala han dejado atestiguado en sus obras las diversas formas de ornamentar los templos, así tenemos que Fray Antonio Remesal primer cronista del reino, menciona entre 1615 y 1617 que los retablos eran muy pobres en esta época. Luego de la pobreza inicial que Remesal señala, se tiene otro testimonio de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán para la última década del siglo XVII, quien describe los ornamentos de los templos como "...elegantes... adornados de pulidos y maravillosos retablos, ricos, majestuosos ornamentos...". En su obra,
Con el paso del tiempo y por varias razones, muchos retablos guatemaltecos han sufrido cambios iconográficos y formales. Entre las causas principales se pueden mencionar las preferencias devocionales de los fieles, el traslado de los retablos desde